miércoles, 20 de julio de 2011

Praxeología, Inteligencia y empirismo

De nuevo en este post me gustaría ahondar en lo que creo que es una laguna en el pensamiento Hoppeano respecto al papel de la inteligencia en el desarrollo teorico de su cico malthusiano-postmaltusiano. La inteligencia se suele definir como la capacidad humana de utilizar su mente para obrar de forma tal que máximice sus probalidades de supervivencia y replicación. Por tanto estamos ante una definición que se asienta en las siguientes hipótesis empíricas:
- Que la supervivencia y la replicación son un fin. O incluso, un fin teleológico.
- Que la mente es un medio idoneo para la consecución de dicho fin.

La primera hipotesis queda justificada en cuanto a que si al fin y al cabo existe la voluntad, y esta puede cambiar el devenir de sucesos, es de esperar que la selección natural, ceteris paribus, haya favorecido a los que tienen esta meta como algo inevitable, sobre los que no la tienen.
La segunda se justifica de forma tal que si la mente humana existe, es porque almenos no perjudica el fin anterior. Ya que de otra forma, hubiera sido descartada como rémora.

De lo anterior, queda claro que la inteligencia no es una categoría de la praxeología sino una abstracción sobre una facultad que se observa de forma más o menos borrosa en la historia de la humanidad. Como tal, no se puede derivar de una teoría subjetiva del valor.

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