domingo, 26 de junio de 2011

Por qué BITCOIN no puede funcionar

En las últimas semanas he empezado a escuchar y leer opiniones sobre el bitcoin. Desde foros liberales se le está dando pábulo a esta iniciativa, ya que pretende ser un sustituto no gubernamental al actual dinero fiduciario que facilite pagos de forma anónima y segura. También pretende evitar las fluctuaciones monetarias que producen los bancos centrales sobre las monedas de los estados. Muchos son los que ven con ilusión esta iniciativa, y desean que se transforme en un medio de intercambio generalmente aceptado, es decir, en dinero.

Escribo este artículo para mostrar que esto no pasará y de paso ahorrar futuras decepciones y quizás pérdidas, a aquellos que desconocen la teoría económica. Acostumbrados en nuestra vida cotidiana al dinero fiduciario, es decir, sin ningún respaldo real, es comprensible que se caiga en la tentación de pensar que otro dinero fiduciario puede aparecer ex novo. Caer en la desesperanza después de un largo tiempo de ilusión incluso puede tener efectos adversos, como acabar creyendo en eso que los economistas de todo pelaje llaman "fallos del mercado". En efecto, el dinero puede ser privado, y estar al margen del estado, es decir, puede existir un buen dinero, pero bitcoin no cumple los requisitos para serlo.

Cómo lo que pretendo demostrar aquí no es nada nuevo, más vale que recurra a mis fuentes. Dice Mises en el epígrafe 17.4 de su opus magna "La acción humana":
"En cuanto un bien que no ha sido anteriormente demandado como medio de intercambio comienza a buscarse con tal fin, se producirán los mismos efectos; ninguna mercancía puede emplearse como medio de intercambio si, antes de ser utilizada como tal, no tenía ya valor de cambio por razón de otros posibles empleos. Y todas las afirmaciones implícitas en el teorema regresivo se enuncian apodícticamente desde el apriorismo praxeológico. Las cosas deben suceder así. No es concebible ninguna otra situación en que las cosas sucederían de modo diferente".

El teorema regresivo se plantea como la solución a la aparente paradoja que muchos economistas vieron en la determinación del poder adquisitivo de una moneda: El valor de cambio de una moneda viene determinada por su demanda monetaria, pero a su vez la magnitud de la demanda de ese medio de intercambio viene determinada por su valor de cambio por bienes y servicios. Esta paradoja la soluciona Mises puntualizando que, el poder adquisitivo de la moneda no depende de la demanda actual, sino la de un instante de tiempo anterior. De esta manera, se convierte el circulo en una espiral, que se podría pensar que es un "regressus in infinitum". Pero de nuevo aquí Mises, aclara, que esa regresión no es infinita sino que empieza en el momento en que dicho dinero solo tenía demanda no monetaria, y su valor de cambio venia determinado solamente por su demanda para su consumo.

Es por tanto imposible que se pueda determinar el poder adquisitivo de una moneda que no tenga un uso no monetario. Dado que la demanda y la oferta monetarias entran en una regresión infinita sin ningún sustento real.

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