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martes, 21 de octubre de 2008

TARDE MAL Y NUNCA



Vivimos tiempos revueltos. La actualidad internacional mira con lupa los mercados, espera con ansia las decisiones políticas de los grandes dirigentes internacionales. En definitiva estamos ante el boom mediatico de la crisis. Pero como todo filón, este se acabará quemando, muy probablemente antes de final de año, cuando ya todo se haya dicho y ya solo quede vivir la cruda realidad.

Pero para entonces los políticos ya estarán tranquilos, pues a ellos lo que más les preocupa es que parezca que hacen algo mientras les miran, y cuando no a lo suyo que es vivir como reyes. Afortunados ellos, pero a nosotros los españoles, nos tocará vivir entonces la crisis con todas sus consecuencias. Con el tiempo, empezaremos a ver como el ambiente internacional se normaliza y los países de nuestro entorno empiezan a dejarnos atrás.

Y es que nuestra verdadera crisis, es que nos hemos quedado sin ningún sector para seguir viviendo de rentas. Primero fue el turismo, después la construcción y ya no sabemos más. Las voces críticas nos hablan de la productividad y de la innovación empresarial pero en eso los españoles siempre hemos sido los últimos de la clase. Empezando por nuestro sistema educativo, pasando por el sistema universitario, por la administración pública y por los empresarios de nuestro país, no hemos hecho los deberes que debíamos en la época de vacas gordas.

Tenemos uno de los peores sistemas educativos de todos los países de la OCDE, nuestras universidades ocupan un mediocre lugar en el ránking mundial (la primera está en el 250), tenemos una administración al borde del colapso y un tejido empresarial maltratado por un estigma social. Es fundamental apoyar decididamente a los emprendedores, y es necesario que la gente con talento e ideas sienta voluntad por emprender y se les facilite el camino. Si no, acabaremos como siempre, tarde, mal y nunca.


lunes, 20 de octubre de 2008

REFUNDAR EL CAPITALISMO




Parece que los líderes mundiales se van a reunir para arreglar el mundo de un plumazo. Otra vez una maniobra para dotar de la susodicha confianza al sistema financiero. Si uno piensa en cualquier aspecto de la vida, cuando es necesario confiar tanto para que una cosa funcione, es que se trata de un engaño o un timo. La clásica pirámide, funciona mientras los que llegan a ella confían en que encontraran a más gente que se una a ella. Pero no nos engañemos, esto no se llama capitalismo financiero, se llama fraude, estafa, expolio, y en este caso yo hablaría de robo masivo, quizá el más grande de toda la historia.

Lo que ha levantado Occidente no ha sido una gran pirámide especulativa, sino el excedente que crea el libre intercambio de bienes y servicios, a través de la división del trabajo. La base del mercado está en que las transacciones aporten valor a todos sus miembros y para ello es necesaria una información sobre los agentes que intervienen en el intercambio. Y estos son dos: el bien o servicio, y la moneda de cambio.

Si queremos refundar el capitalismo como ha dicho Sarkozy, hagámoslo volviendo a los orígenes, los cuales por cierto, dieron mucho mejor resultado que el que está dando el sistema actual basado en una inflación que carcome el poder adquisitivo como una enfermedad degenerativa.
El sistema de reserva fraccionaria es el mayor hurto que se le ha hecho a los dipositantes en toda la historia de la humanidad. Me avergüenza haberme dado cuenta tan tarde de este hecho.

Pero mucho más vergonzoso es comprovar como a pesar de ser conscientes de ello, muy pocos banqueros tienen la decencia de explicar las cosas como son.


domingo, 19 de octubre de 2008

RUMORES EN EL BANCO NARANJA



Tras la debacle en bolsa esta semana del gigante bancario holandés ING, la preocupación y los rumores acerca de una posible "rescate" por parte del gobierno holandés de 12.000 millones para mejorar el ratio de solvencia del banco, ha hecho disparar las alarmas entre la ingente cantidad de ahorradores españoles clientes de dicha entidad a través de su filial ING direct.

La preocupación es justificada pues, si bien en su página web insisten en que el estado holandés garantiza 100.000€ por cuenta, el caso de Islandia nos viene muy rápido a la cabeza. ¿En caso de una hipotética quiebra del banco, el estado sería ecuanime o por lo contrario priorizaría los depósitos de sus nacionales frente a los depósitos en el extranjero?. Y es que, aunque incomparable a Islandia, estamos ante un país de pequeñas proporciones para uno de los mayores bancos de Europa. A grosso modo me he permitido hacer unos cálculos al respecto.

Según se puede leer en finanzas.com ING tiene actualmente una ratio de solvencia del 8,5% y necesitaría 12.000 millones para llegar al 12% que considera prudente en la situación actual. Haciendo una sencilla regla de tres se puede deducir que el monto total de su capital prestado asciende a unos 350.000 millones, lo que significa un 53% del PIB holandés ( 650.000 millones aproximadamente). En el caso Islandés el tamaño de los bancos multiplicaba por 7 su PIB.

Por otro lado, el hecho de ser un banco que en España apenas tiene sucursales, justifica aún más el nerviosismo ante una sensación de indefensión en un hipotético corte de sus lineas de atención al cliente. Esperemos que al final todo se quede en un pequeño susto.


sábado, 18 de octubre de 2008

EL FINAL DE LA BURBUJA



¿Qué hubiera pasado si nuestra burbuja inmobiliaria no se hubiera visto infelizmente interrumpida por la crisis subprime de verano de 2007, que empezó a encender las alarmas de las hasta entonces crediticiamente generosas instituciones bancarias? La progresión ascendente del euribor aparentaba seguir el mismo comportamiento que marcaba el tipo de interés hasta la fecha en su continuo ascenso para compensar una inflación que no paraba de aumentar.

Se hablaba por aquel entonces del precio de los carburantes y del precio de los alimentos que empujaban una inflación que el BCE intentaba contener con la subida de tipos. Al parecer, la China y la Índia habían empezado a comer a toda velocidad e ingentes cosechas de cereales se estaban destinando al subvencionado biodiesel, presionando la demanda hasta límites que estaban afectando significativamente las inflaciones de paises como España.

Sin embargo, si el aumento del crudo y la presión de la demanda podían explicar el aumento del precio de los alimentos como el cereal o el arroz, no se puede decir lo mismo del oro y del resto de los metales. De hecho, absolutamente todo el mercado de stocks no hizo más que subir hasta inicios de 2008.

En realidad, lo que estaba pasando es que las "commodities" estaban actuando como un gran refugio de valor ante un crecimiento de la masa monetaria que estaba dilapidando el valor del euro y el dolar. Esa era la mejor prueba que todo el sistema financiero era totalmente permeable al capital inyectado, que iba a parar directamente a subir los precios.

La brecha del sistema se habia abierto y la confianza "interbancaria" se vino abajo de repente.


viernes, 17 de octubre de 2008

LAS BONDADES DE LA INTERVENCION


Estos días, he tenido el placer de escuchar a diversos economistas intentando justificar la necesidad de la intervención estatal de los bancos. Segun ellos, dar rienda suelta a la actual contracción crediticia no solo paralizaría la actividad inversora y por lo tanto, el crecimiento económico, sino que pone en riesgo la viabilidad de las empresas rentables. Justifican esta aseveración asegurando que en un escenario de desconfianza aguda ni tan siquiera se podría financiar el propio capital circulante, dando lugar a una parada técnica del mercado y a la contracción de la economía real.

No cabe poner en duda que ha calado el mensaje, puesto que los gobiernos de todo el mundo se han apresurado en intervenir. El último ejemplo lo tenemos nada más y nada menos que en Suiza, donde el principal banco UBS acaba de ser "rescatado" por su Banco Nacional. Sin embargo, creo que nos convendría bastante repasar las páginas más básicas de la teoría económica. Por ejemplo, veamos que dice Fekete al respecto:

"Adam Smith escribió que la masa de los productos de consumo (terminados o semiterminados) que cambian de manos con la suficiente rapidez desde los productores, a través de los distribuidores hasta los puntos de venta minorista y que serán adquiridos por el consumidor final en un plazo de 91 días (llamado por A. Smith el capital social circulantesocial circulating capital–) tiene una liquidez solamente superada por los metales moneda, oro y plata. A. Smith no tuvo ninguna dificultad para demostrar su tesis. Hay un mínimo de consumo, absolutamente indispensable, para el normal funcionamiento de la sociedad, que proyectado a 91 días (la duración de una estación completa del año) en el futuro, corresponde a un volumen de productos terminados o semiterminados en su camino desde los productores a los consumidores finales. Estos productos seguirán su curso incluso en ausencia de dinero, en el advenimiento de un desastre nacional, bajo una ocupación militar, o en cualquier otra situación adversa, debido a que la bondad del crédito emitido con el respaldo de estos productos no puede ser cuestionada de manera alguna. Antes se pondrá en duda la validez de aserciones tales como que la gente debe comer, vestir, usar combustible para calefacción, etc., que cuestionar la solvencia del crédito que mantiene el flujo de los productos que satisfacen las más urgentes necesidades de las personas."

Queda claro, por lo tanto, que cuando nos referimos al crédito, debemos hablar de confianza en primer lugar, por lo que asumir que una contracción crediticia afectará de igual forma a la inversión en terrenos que a la financiación del capital circulante es, cuando menos, muy contrario al sentido común.

jueves, 16 de octubre de 2008

EL CAMINO DE LA ILIQUIDEZ



Este invierno hará un año que el precio de la vivienda en España dejo de crecer
. El pinchazo de la burbuja inmobiliaria significó la constatación de que el sistema financiero necesitaba avanzar hacia posiciones menos ilíquidas ante la creciente desconfianza en los mercados de crédito. Este proceso requirió constantes inyecciones de liquidez e incluso bajadas de tipos de interes por parte de los Bancos Centrales. Sin embargo, el inminente derrumbe del sistema financiero dejó patente que estas medidas eran insuficientes.

Ante esta sucesión de acontecimientos, los estados empezaron a intervenir, respaldando a la maltrecha banca con avales que dotaran a los mercados de crédito de la confianza necesaria para poder seguir avanzando hacia posiciones más ilíquidas, es decir, continuar con su actividad normal de pedir dinero a corto plazo para prestarlo a largo.

En este punto cabe preguntarse, ¿significa esto que la banca necesita aumentar su iliquidez cada vez más para poder sobrevivir? Si esto es así, tendriamos motivos para preocuparnos puesto que cuando el efecto "confianza" de la intervención estatal decline y surja de nuevo el temor, estaremos exactamente ante el mismo escenario, solo que en posiciones aun más ilíquidas si cabe.

Sin embargo, por mucho que se bufe, si el globo está pinchado, tarde o temprano se acabará desinchando del todo. ¿No sería mucho más senzillo utililizar dicha deuda para recapitalizar (con oro por ejemplo) las reservas de los bancos y dejar de una vez por todas de pedir dinero a corto para prestar a largo?

miércoles, 15 de octubre de 2008

EL PRECIO DEL ORO



Se suele decir que los economistas solo aciertan a posteriori. Que su capacidad para explicar lo que pasó ayer solo es equiparable a su incapacidad para predecir lo que pasará mañana. Sin embargo, no se podrá decir que esta crisis no ha sido "la crónica de una crisis anunciada". De hecho, es probable que hasta los que mueven los hilos de la política monetaria supieran lo que se les venía encima hace más de 5 años. Todos los indicadores, absolutamente todos, nos decian que el endeudamiento fácil estaba entrando en un callejón sin salida. Sin embargo, cuando la realidad supera la ficción, nos es más cómodo, simplemente, no aceptarla.

La actual coyuntura es predicha exactamente por la teoría del ciclo económico. Hoy cuando ya no es posible sacar rédito de conocerla, es precisamente cuando está en boca de todos, natural, no vale nada. Si hace cinco años hubiera llegado a mis oidos con el suficiente interés, hubiera comprado oro y hoy, al poco tiempo después de que la confianza internacional en el sistema financiero se restableciera, lo hubiera vendido. De esta forma hubiera obtenido billetes razonablemente "a salvo" a precio de papel mojado en caida libre.

Si los estados hubieran dejado caer a la banca, como yo creo que tendrían que haber hecho, el oro no hubiera dejado de subir, no hubiera habido moneda fiduciaria que aguantara el envite. El ejemplo de Islandia es muy ilustrativo: para su corona, esta crisis ha llegado tan tarde que no ha habido respaldo "creible" y literalmente su valor se está evaporando.

La cuestión aquí es que si no se produce una recapitalización urgente de las instituciones financieras, dentro de 3 a 5 años, la pelota podría continuar hinchándose hasta que ni el euro ni el dolar aguanten un colapso. En ese caso, el oro sigue siendo muy bárato...